Hola de nuevo, después de ya... algún tiempo, aquí estoy cuando las cosas cambian!
Como ya conté en el anterior post, tras la noticia de que no iban a haber oposiciones en la Región de Murcia, decidí emprender una nueva aventura en mi vida, una aventura que nunca me había planteado y nunca me hubiese imaginado vivir de aquella manera.
Como bien todos sabemos, hoy en día, prácticamente para casi cualquier trabajo, el tener un buen nivel de inglés es una ventaja añadida a nuestro currículum, con lo cual, el hecho de emprenderme en esta experiencia, fue principalmente aprender este idioma, que se nos resiste y cada día más personas empiezan a estudiar.
Realmente, yo hablaba muy poco Inglés y además, llevaba 3 largos años sin estar en contacto con esta asignatura pendiente para mucha gente, que, tarde o temprano, hay que retomar y acabar superando. Aunque, tenía muchas ganas de un cambio de vida, de vivir en un país extranjero, hacer algo que nunca antes había hecho, así que me creé un perfil en una página web destinada a contactar con familias que buscan una ayuda en su casa. Decidí este trabajo, porque tenía relación con los niños, con aprender inglés y era una manera, pienso que, barata y única de relacionarme con gente que hablaba esta lengua y, fácil, también para aprenderla.
En poco tiempo, contacté con varias familias, pero después de hablar con varias, vía correo electrónico, me decanté especialmente por una, una familia irlandesa que vive en Cork, aunque en el campo, pero esto no era un impedimento para mí. Después de algunos e-mails, compartir fotos, y una buena impresión y toma de contacto, decidí irme. Así es que, desde ese día, comenzó mi historia. Llegué a Dublín el 29 de enero 2011 y allí estaba esperándome el padre (David) y la hija mayor (Emma), los cuales fueron a recogerme para llevarme a su casa.
Poco a poco fui conociendo la familia y ella a mi también, la verdad que nos complementábamos bien y teníamos una buena relación. Me encontraba a gusto y equilibrada, aunque a veces, tenía mis por menores, como cualquier persona puede tener. Mi familia consistía en 5 miembros, aunque cuando llegué sólo eran 4: Dave, Mary, Emma y Saoirse, aunque más tarde, llegó al mundo, el querido Cathal. Emma cumplió 5 años el mismo día que yo cumplí 22, Saoirse tenía año y medio y Cathal, era un precioso bebé recién nacido.
He estado viviendo con ellos durante 5 meses y 1 semana y, ha sido una estancia feliz, llena de recuerdos, amor y emociones inesperadas, la relación con los niños era muy fuerte. Al despedirme, cabía la posibilidad de poder volver, porque yo me iba para permanecer en España y con los míos durante la época estiva, pero ellos hubiesen estado encantados de tenerme de nuevo.
La familia fue muy amable conmigo, quería que estuviese bien feliz... Mis cometidos eran cuidar de los niños, llevarlos al colegio, hacer la compra, hacer la comida... no mucha cosa. Al principio, mi familia española no estaba muy contenta con la idea de que me fuese a un país extranjero (yo sólo tenía 21 años), pero cuando yo les contaba mis anécdotas y experiencias, se fueron sintiendo más tranquilos al respecto.
Además de mis quehaceres hogareños y el cuidado de los niños, también asistía una vez por semana a un curso de inglés durante dos horas que, bueno, creo que me ayudó a mejorar algo mi inglés, este curso me lo regaló Mary, por lo cual, estoy muy agradecida. También me permitieron usar su coche y, bueno, casi me sentía como en casa. Durante mi estancia también realicé varios viajes, fui a Londres, a Dublín, a Galway y a Liverpool; hice buenas amigas, con las que creo que mantendré el contacto a lo largo de mi vida, porque se unieron fuertes lazos.
Así es que puedo decir que estoy encantada con mi experiencia de au pair, con el tiempo que estuve con el bebé y las niñas, me lo pasaba bien, eran muy divertidos y preciosísimos; a esto, sumarle que me enseñaron muchas cosas. Me encanta trabajar con todo tipo de niños, son tan especiales, la sal o el azúcar de la vida. Después de tres meses en España, sigo manteniendo el contacto con ellos y ahora que vuelvo... pero con otra familia, pienso visitarlos, por supuesto. Mi vuelta a Cork va a ser con otra familia, espero que tan amable y generosa como la anterior. Esta familia consta también de 5 miembros: Linda, Tom y sus hijos Tom (10), Robert (8) y Anna (6); espero sentirme como en casa, seguir aprendiendo inglés y estudiando pedagogía, que, por si no lo he dicho, voy a estudiar pedagogía a distancia.
Por lo gratificante y la buena experiencia que he vivido, quiero recomendarla y, claro espero que os fuese tan bien como a mí y tuvieseis, al menos, la misma suerte.
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